Edipo y la esfinge, Gustave Moreau (1864). |
Así, en el supuesto caso de una persona que tiene un accidente y, a consecuencia del mismo, pierde la vida, muchos dicen “la tenía ahí, estaba predestinado para él o ella. Su destino estaba esperándola ahí.” También dicen: “si la suerte te tiene marcado, no vale que te escondas”… Si uno se salva de un suceso se dice (como en las películas): “está visto que aún no era tu hora.”
Esta forma de pensar aparece mucho en los mitos clásicos de Grecia y Roma: la gente era muy partidaria de consultar al Oráculo, a la esfinge como en el caso de Edipo o también consultar adivinos como Tiresias. Hoy se hace con el horóscopo o el tarot.
Tiresias, Heinrich Füssli, 1780-85, (Viena) |
Esta modalidad de pensamiento, desde el punto de vista lógico-racional no se sostiene; se puede apreciar que es una forma primitiva y que obedece a nuestro afán de seguridad, en la pretensión de tener controlado el futuro a fin de evitar posibles males.
¿Quiere ello decir que como es algo irracional forzosamente tiene que ser falso? Desde el punto de vista inconsciente es verdadero y esta es la lección que nos quieren transmitir los clásicos a través de los mitos: el pensamiento en sus primeras etapas, durante la primera infancia, adquiere unas concepciones que serán fijas, constantes, durante las fases de desarrollo posteriores, de las cuales nos olvidamos, por lo que se transforman en inconscientes: ya no nos acordamos de ellas pero están regulando nuestra conducta (ahí siguen sin nosotros percatarnos de ello).